Nódulo tiroideo maligno: Síntomas y tratamiento
Para lograr entender este artículo, comenzamos explicando que los nódulos tiroideos son bultos sólidos o llenos de líquido que se forman dentro de la tiroides, una glándula pequeña ubicada en la base del cuello, justo delante de la tráquea. En la mayoría de los casos, estos crecimientos son benignos y no presentan indicios. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser malignos y es importante que estés atento a los síntomas para consultar con tu médico, que te examine y tener una detección temprana.
Para más información, puede leer Nódulo en la tiroides: Síntomas, diagnóstico y tratamiento
¿Cuáles son los síntomas de un nódulo tiroideo maligno?
- Hinchazón en el cuello.
- Dificultades al tragar alimentos.
Si bien estos síntomas pueden ser causados por un nódulo tiroideo maligno. Dependiendo de su tamaño, también pueden estar relacionados con otros problemas tiroideos o una afección no relacionada con la tiroides, como por ejemplo una infección.
Un nódulo tiroideo tiene más probabilidades de ser maligno si:
- El nódulo es duro.
- El paciente tiene antecedentes familiares de cáncer de tiroides.
- Hay cambios en la voz.
- Si el paciente tiene antecedentes de exposición a la radiación en cabeza y cuello.
- Si la paciente es de género femenino, ya que las mujeres tienen tres veces más probabilidades de padecer complicaciones en la tiroides que los hombres.
¿Cuál es el procedimiento si presento algunos de los síntomas?
Con el fin de tratar adecuadamente un nódulo tiroideo, el paciente tendrá que realizarse una punción de la tiroides. Se trata de una prueba orientativa que solo indica el riesgo de malignidad del nódulo. Una punción tiroidea es menos invasiva que la biopsia quirúrgica y el procedimiento no lleva más de 30 minutos.
¿Cuál es el tratamiento en caso de que el nódulo tiroideo sea maligno?
En el caso de que la muestra evidencie que el nódulo tiroideo es maligno, su médico deberá indicar el mejor tratamiento y eso dependerá de qué tan avanzado esté y el estado de salud general del paciente.
La mayoría son tratados con la extirpación de la glándula tiroides (una tiroidectomía), aunque los tumores pequeños que no se han propagado fuera de la glándula tiroides podrían ser tratados al remover solo el lado de la tiroides que contiene el nódulo maligno (lobectomía).
El tratamiento después de la cirugía depende de la etapa en la que se encuentre y puede continuar con tratamiento con yodo radioactivo según el caso.
Si presentás algún síntoma, es fundamental que consultes con tu médico. La detección temprana salva vidas.