Gracias a la alta adherencia de la población a las medidas de aislamiento preventivo y límites a la circulación de personas se ha instalado un escenario diferente al previsto inicialmente: centros de salud con amplia disponibilidad para atención en Emergencias, Internación y Terapia intensiva, con un bajo número de pacientes infectados con Coronavirus. Hasta aquí un escenario deseable, pero en llamativo contraste, se da una marcada disminución de las consultas, los estudios diagnósticos y de las intervenciones terapéuticas para las enfermedades no transmisibles que ocasionan cada año el mayor número de muertes en el país: cardiovasculares, encefalovasculares y cáncer.
El coronavirus ha generado un desafío tanto para las instituciones de servicios de salud como para la comunidad: la convivencia de la epidemia con las necesarias consultas y tratamientos por otras enfermedades.
Los Directores Médicos explican que la importancia de los cuidados regulares y preventivos quedó señalada por Decisión del Gabinete de Ministros 524/20, que exceptuó de los aislamientos obligatorios las necesidades de atención médica con turno, incluyendo las preventivas. Lo cual está en línea con la recomendación médica de dar debida atención a la patología no infecciosa. Falta solamente que haya una reacción de la población en riesgo a este llamado, ya que las instituciones están prontas para atenderla, señalan los Directores Médicos.
La falta de tratamiento de enfermedades cardiovasculares puede producir entre 6000 y 9000 muertes más de lo habitual y en el caso del cáncer, la caída del 80% de los estudios diagnósticos y preventivos hará que veamos, inevitablemente, diagnósticos tardíos y por lo tanto la probabilidad de sobrevida sea menor.
Concluyen su informe señalando que las precauciones y distanciamiento social para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus pueden y deben convivir con una asistencia médica a tiempo del resto de las patologías. Para ello se han preparado los centros de salud y sus planteles.