Para explicar cuando el cáncer de mama pasa a llamarse cáncer metastásico, primero hay que entender que el cáncer se origina cuando las células saludables empiezan a cambiar y forman un conglomerado de células que se denomina tumor.
Un tumor puede ser canceroso o benigno. Ese resultado saldrá en los estudios que te indique el médico ante la primera señal de alerta o en tus estudios de rutina. Que un tumor sea canceroso significa que puede crecer y diseminarse hacia otras partes del cuerpo y que sea benigno significa que el tumor si bien puede crecer, no se irá a otras partes del cuerpo.
Entonces, cuando se disemina a un área distinta de aquella en la que se inició es cuando el cáncer ha hecho metástasis. Es decir, que si la enfermedad se ha esparcido más allá de la mama se llama cáncer metastásico.
Si bien las causas no están claras, sigue siendo una enfermedad con manifestaciones clínicas muy variables y aún se está investigando en oncología.
De las detecciones de nuevos casos de cáncer de mama, alrededor de un 5 por ciento corresponde a mujeres que presentan metástasis al momento del diagnóstico.
Los síntomas o signos que pueden aparecer son diversos y depende de la zona hacia donde se haya esparcido:
Si bien es uno de los grandes retos, gracias a los avances, la tecnología y la personalización de los tratamientos, los índices de supervivencia son cada vez más altos.
Para conocer más sobre el cáncer de mama, podés informarte en Factores de riesgo del cáncer de mama