El cáncer de próstata es uno de los cánceres más frecuentes en los varones. El riesgo aumenta con el envejecimiento. Los síntomas generalmente suelen ser tempranos y los más habituales son las relacionadas con la micción (emisión de orina).
El cáncer de próstata es uno de los tumores más comunes en los varones, afectando a uno de cada nueve varones. La mayoría de los casos se desarrollan a partir de los 50 años, aunque en una proporción importante de pacientes, los síntomas no aparecen hasta edad más avanzada.
La próstata es una glándula localizada en el piso de la pelvis, debajo de la vejiga y por delante del recto, y que esta presente sólo en los hombres. La uretra, el conducto a través del cual se eliminan del organismo la orina y el semen, atraviesa la próstata en su trayecto, lo cual tiene relación con las manifestaciones clínicas del cáncer de esta glándula. El tamaño de la próstata cambia con la edad: durante la juventud posee un tamaño pequeño y aumenta con el avance de la edad. Por razones desconocidas, el cáncer prostático se origina por la pérdida de control de la proliferación de las células, que se tornan cancerosas y pueden extenderse hacia otros órganos lejanos (metástasis), por ejemplo, huesos.
Los síntomas del cáncer de próstata se desarrollan muy lentamente y pueden aparecer incluso después de décadas, cuando la enfermedad ya se encuentra en etapa más avanzada. La ausencia de síntomas tempranos destaca la importancia de la detección sistemática en los controles, a partir de los 45/50 años.
Cuando están presentes, los síntomas iniciales suelen ser urinarios: dificultad para orinar, aumento de la frecuencia y urgencia miccional (emisión de orina). Puede existir especialmente la necesidad de levantarse de noche para orinar. Estas manifestaciones aparecen debido a que la glándula comprime a la uretra y bloquea parcialmente el flujo de orina. Otros síntomas de cáncer de próstata pueden ser:
Cabe recordar que los síntomas urinarios no necesariamente significan la presencia de cáncer de próstata. Otra afección, conocida como hiperplasia prostática benigna (HPB), se caracteriza por el aumento de tamaño de la próstata, que se traduce en frecuencia y urgencia para orinar, dificultad para iniciar o interrumpir la micción, y flujo de orina débil o entrecortado. Esta afección es de naturaleza benigna pero, no obstante requiere también seguimiento y tratamiento.
No existe una prueba única para detectar el cáncer de próstata, por lo cual adquiere relevancia el control periódico. Las pruebas más utilizadas para pesquisar el cáncer de próstata son: