¿Cómo curar y evitar la mastitis?
La mastitis se presenta en una de cada 10 mujeres en período de lactancia y es importante saber cómo prevenir y tratar su aparición para evitar complicaciones que lleven a un absceso y posible afectación de la lactancia.
Síntomas de la mastitis
La mastitis es la inflamación del tejido mamario, y puede estar asociada con infección.
Clínicamente se presenta con:
- Dolor o molestia localizada en una mama, de intensidad variable,
- Un área de piel enrojecida, más caliente y/o levemente hinchada, y
- Puede acompañarse de fiebre y decaimiento general.
La mastitis es muy frecuente durante la lactancia y se debe al vaciamiento incompleto de la mama: cuando un conducto de salida de la leche (conducto galactóforo) se obstruye, se produce acumulación de leche con posterior inflamación.
Las fisuras en los pezones son un factor de riesgo para la mastitis: pueden actuar como una puerta de entrada de bacterias desde la piel o la boca del bebé; estas bacterias pueden crecer dentro del conducto obstruido y dar origen a una infección.
En algunos casos, el pezón puede sufrir pequeños traumatismos por problemas en la boca del bebé. Estas lesiones, combinadas con una succión insuficiente, pueden llevar a la mastitis.
¿Cuándo se debe consultar al médico?
- Si presenta secreción anormal por el pezón, como pus o sangre.
- El dolor mamario interfiere con el funcionamiento de su vida diaria o se hace prolongado.
- Tiene síntomas en la mama como un bulto firme, doloroso, enrojecido, que no desaparece después de amamantar.
- Si presenta fiebre persistente.
- Si aparece algún bulto (ganglios) bajo la axila del lado de la mama afectada.
- Si tiene náuseas o vómitos, que dificultan beber líquidos o tomar la medicación indicada por el médico.
¿Cómo se cura la mastitis?
- En primer lugar, continúe amamantando: es seguro continuar la lactancia si tiene mastitis e incluso, si presenta fiebre. Puede informarse más en la nota ¿Se puede amamantar con fiebre?
- El médico puede recomendar que tome algún analgésico como paracetamol o ibuprofeno, para disminuir el dolor y la inflamación.
- En caso de que la mastitis se asocia con infección, el médico puede indicar antibióticos. Los antibióticos se usan por vía oral y se eligen aquellos que son compatibles con la lactancia.
- Si tiene fisuras en el pezón, en algunos casos, el médico puede recomendar alguna crema o ungüento local para evitar el crecimiento de bacterias que luego, causan infección.
- Las infecciones micóticas, frecuentemente por Candida, aumentan el riesgo de mastitis por la probabilidad de causar fisuras y obstrucción del drenaje de leche. En estos casos, el médico indicará el tratamiento con un antimicótico apropiado y es posible que también deba ser tratado el bebé (puede tener dermatitis del pañal o candidiasis oral).
Algunos consejos para ayudar con la lactancia si tiene mastitis:
- Continuar amamantando ayuda a eliminar la infección, al evitar que se acumule leche en los conductos. Además, no implica ningún riesgo para el bebé.
- Masajear las mamas desde la zona afectada hacia el pezón, para ayudar al drenaje de la leche de la zona bloqueada.
- En caso de Mastitis leves, amamantar primero del lado afectado, para que el bebé succione con más fuerza.
- Puede aplicar una compresa tibia sobre la mama, antes de amamantar o extraer leche.
¿Cómo evitar la mastitis?
Debido a que la mastitis tiene relación con el vaciamiento inadecuado de leche de las mamas, optimizar la técnica de lactancia materna es la mejor forma de prevenirla.
Los consejos y el seguimiento supervisado por una consultora de lactancia suelen dar mejores resultados que una charla única, sobre todo para las madres primerizas.
Recuerde siempre que es fundamental beber abundante cantidad de líquido para evitar la deshidratación.
Los buenos hábitos para amamantar incluyen:
- Tratar de evitar que las mamas estén demasiado llenas de leche por mucho tiempo, antes de amamantar.
- Amamantar con ambas mamas por igual y vaciarlas completamente, para evitar que los conductos galactóforos se congestionen y bloqueen.
- Variar las posiciones para amamantar.
- Cuidar la piel de las mamas y el pezón, para prevenir fisuras y lesiones.
- Si tiene fisuras o dolor en los pezones, deje que se sequen al aire y evite que se acumule humedad en el corpiño o los protectores mamarios.
- Trate de asegurarse de que el bebé succione correctamente. Si la mama está muy congestionada, puede extraer primero una pequeña cantidad de leche manualmente, y después amamantar al bebé.
- Evite la ropa y corpiños muy ajustados en las mamas.
- La higiene también es clave:
- Lávese las manos antes de dar el pecho.
- Higienice los pezones.