La biopsia de próstata es un procedimiento médico que permite obtener múltiples muestras de tejido orgánico de la próstata para su estudio histológico con el objetivo de saber si el agrandamiento prostático es benigno o maligno.
La biopsia de próstata guiada por ultrasonido se hace con la guía de imágenes ecográficas y así extrae con una aguja fina tejido de la próstata con el propósito de investigar la existencia de una enfermedad. El paciente se coloca sobre su costado izquierdo, acostado con las rodillas dobladas y permanece quieto. La sonda de ultrasonido utilizada en las biopsias de próstata es del tamaño de un dedo. Esta sonda colocada en el recto, le permite ubicar la glándula.
El equipo ecográfico posee un monitor el cual recibe las imágenes de la próstata, y que facilitan inyectar una medicina anestésica alrededor de la próstata si el paciente lo necesitase. Posteriormente, con el mismo equipo, se guía la aguja fina para biopsia, con gran precisión. Una vez insertada la aguja en la próstata, se procede a la toma de muestras de tejidos.
Se tomarán aproximadamente 10 muestras promedio las cuales se enviarán al laboratorio del anátomo-patólogo para su estudio microscópico. El procedimiento completo llevará aproximadamente unos 10 minutos.
Una biopsia de próstata se realiza generalmente cuando existe un agrandamiento de la glándula prostática. Se pueden suceder dos situaciones:
La causa más común es la primera, la prostatitis o agrandamiento inflamatorio de la glándula prostática.
La biopsia de la próstata es actualmente la única forma de diagnosticar el cáncer de próstata. También se utiliza para diferenciar entre cáncer e hiperplasia prostática benigna, una condición común en los hombres mayores.
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El médico especialista en biopsias prostáticas dará todas las indicaciones una semana antes de realizarse la biopsia.