Una de las preguntas más frecuentes en Diagnóstico Rojas es la diferencia entre calcificaciones y microcalcificaciones mamarias. En este artículo veremos cuáles son estas diferencias.
Las calcificaciones mamarias son hallazgos muy frecuentes en la mamografía y corresponden a depósitos de calcio en los tejidos de la mama. Se las clasifica según su tamaño, distribución, forma, estabilidad en el tiempo y otras características. Las microcalcificaciones son los depósitos más pequeños de calcio. La mayoría de las calcificaciones son benignas pero algunos tipos muestran mayor probabilidad de asociarse con cáncer de mama.
Las calcificaciones mamarias son depósitos de calcio en los tejidos mamarios, visibles en la mamografía. Se las observa como puntos blancos debido a su composición: la presencia de calcio impide el pasaje de los rayos X en la mamografía, como ocurre con los huesos en las radiografías.
Con respecto a las calcificaciones en general:
El término calcificaciones hace referencia a todos los depósitos de calcio visibles en la mamografía, pero según su tamaño se dividen en macrocalcificaciones y microcalcificaciones.
Las macrocalcificaciones son de mayor tamaño y suelen observarse dispersas en la mama. Son frecuentes: están presentes en aproximadamente la mitad de las mujeres mayores de 50 años de edad y en una de cada 10 mujeres con edad inferior a los 50 años. Se las considera benignas o no asociadas con cáncer.
El término microcalcificaciones corresponde a los depósitos más pequeños de calcio, menores a 0,5 mm. Se ven como pequeños puntos blancos en la mamografía, similares a granos de sal. La mayoría de las microcalcificaciones son benignas, aunque algunas se agrupan o tienen patrones específicos que pueden corresponder a cáncer o lesiones de alto riesgo.
La presencia de calcificaciones suele ser normal y se relaciona con cambios en los tejidos mamarios debido a: envejecimiento, formación de quistes, lesiones (traumatismo previo), infecciones (mastitis) o calcificaciones vasculares (en las paredes de los vasos sanguíneos). Con el avance de la edad, muchos cambios celulares benignos pueden conducir a calcificaciones; también se deben considerar los tratamientos previos (radiación, cirugías mamarias).
Sin embargo, también pueden constituir un signo de cáncer de mama. Las calcificaciones en sí mismas no desarrollan cáncer sino que son más bien un “marcador” o un indicio de la posibilidad de que el tejido donde se ubican sea anormal.
Es por ello que resultan importantes tanto la calidad de las imágenes como la interpretación adecuada de la mamografía por profesionales con experiencia. Al evaluar las calcificaciones se toman en cuenta: tamaño, forma, homogeneidad, distribución, densidad, evolución en el tiempo. A veces, puede ser necesario realizar tomas mamográficas adicionales, como la compresión o la mamografía magnificada, para visualizar mejor las calcificaciones.
Luego de un detallado examen, el especialista en imágenes elaborará un informe, detallando las características de los hallazgos y la clasificación BI-RADS. Con estos datos, el médico a cargo decidirá cuál es la mejor conducta a seguir en cada caso individual.
La mayoría de las calcificaciones son benignas o no se asocian con cáncer de mama y se deben a alguna enfermedad inflamatoria de los conductos mamarios, nódulos benignos, infección, calcificaciones en los vasos sanguíneos, etc.
Si las calcificaciones son sospechosas, el médico puede solicitar un control con nuevos estudios por imágenes transcurridos unos meses y evaluar si se han producido cambios o si la imagen permanece igual. En otros casos, puede indicar una punción-biopsia para diagnosticar una lesión sospechosa. Puede interesarle también la nota: Microcalcificaciones y Birads: ¿cuál es su relación?
La mamografía de detección anual es el motivo por el cual muchos cánceres de mama se detectan actualmente en sus etapas más tempranas, antes de ser palpables o de presentar síntomas. La identificación de las microcalcificaciones se ha tornado cada vez más frecuente con las mejoras tecnológicas en la mamografía digital. Ello ha permitido identificar oportunamente el carcinoma ductal in situ, un tipo de cáncer de mama que suele presentar un patrón específico de microcalcificaciones.
Debido a que la mayoría de las calcificaciones son benignas o no se asocian con cáncer, es esencial que cuando un informe indica que se hallaron calcificaciones no genere ansiedad innecesaria.
Recuerde que es importante no colocarse desodorante, talco ni perfume en las axilas y la zona de las mamas cuando concurre al turno para la mamografía. Estos productos de cosmética pueden generar sombras o puntos en las imágenes, que pueden ser semejantes a las microcalcificaciones y crear confusión.