La osteoporosis es motivo de preocupación por el gran número de personas afectadas y por sus consecuencias más graves: las fracturas por fragilidad ósea. Sin embargo, la pérdida de masa y densidad ósea es un proceso lento, que puede detectarse mediante la densitometría ósea antes de llegar al nivel de osteoporosis. Veamos las diferencias entre osteopenia y osteoporosis y cuáles son los tratamientos para tratar a cada una de ellas.
Como se explicó en otras notas en el blog (Qué es la osteopenia y otras), la osteoporosis es un trastorno metabólico de los huesos, caracterizado por disminución de la masa ósea y de la mineralización del hueso, que llevan a mayor fragilidad y aumento del riesgo de fracturas.
La pérdida de densidad mineral ósea (DMO) se acentúa progresivamente a lo largo de años, a partir de los 50 años aproximadamente, si no se detecta temprano y se toman las medidas preventivas oportunas.
En realidad, la osteopenia y la osteoporosis son parte del mismo proceso, donde la osteopenia representa un grado menor de deterioro de la salud ósea que la osteoporosis. Por lo tanto, debe comprenderse que las causas, los factores de riesgo y las medidas preventivas generales son los mismos para la osteopenia y la osteoporosis.
Las diferencias entre osteopenia y osteoporosis están en las definiciones propuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en base a los resultados de la densitometría ósea.
Las definiciones de la OMS se establecen considerando los siguientes parámetros:
Criterios de la Organización Mundial de la Salud basados en la densitometría ósea | |
Puntaje T | Definición de la OMS |
Entre +1 y -1 DE | Normal |
Entre -1 y -2,5 DE | Osteopenia |
< de -2,5 DE | Osteoporosis |
< de -2,5 DE y fractura relacionada con fragilidad ósea | Osteoporosis establecida |
< de -3,5 DE | Osteoporosis severa |
Para establecer el diagnóstico de osteopenia u osteoporosis se requiere la densitometría ósea, excepto en los casos en que ya se ha producido alguna fractura por fragilidad. La osteopenia y la osteoporosis son trastornos silenciosos, sin síntomas, por lo que es necesaria la sospecha para solicitar una densitometría ósea.
Las recomendaciones sobre quiénes deberían realizarse una densitometría pueden consultarse en la nota Densitometría ósea: a qué edad se realiza.
Por último, podemos decir que el riesgo de fractura a lo largo de la vida puede llegar al 40% en las personas con osteoporosis. Las fracturas osteoporóticas implican muchas veces la pérdida de movilidad y autonomía, y la posibilidad de otras complicaciones cuando se requiere internación. La prevención de la osteoporosis es clave para reducir la carga de esta enfermedad.