Si te palpaste y notaste un bulto en las mamas o comenzaste a sentir una dureza y te duele, es importante que consultes a tu médico para que lo evalúe. Es fundamental que comprendas los distintos tipos de alteraciones que pueden sufrir las mamas. De hecho, el tejido mamario normalmente se siente abultado o fibroso y podés sentir un dolor que aparece y desaparece todos los meses con el periodo menstrual. También te podría interesar: Día del Cancer de Mama.
Si encontrás un bulto en la mama y sentís que es redondo, suave y firme, podría tratarse de un quiste. Puede ser grande o pequeño y el tejido mamario que lo rodea puede estar sensible.
Podés sentir que la mama está tapada con áreas de bultos o áreas rugosas y sentir sensibilidad. Muchas mujeres experimentan cambios fibroquísticos en las mamas relacionados con sus ciclos menstruales que tienden a mejorar después del ciclo.
Son tumores mamarios sólidos y no cancerosos que son suaves y se mueven fácilmente debajo de la piel cuando se tocan y, a veces, pueden agrandarse. Los factores que pueden estar asociados con el crecimiento de fibroadenomas incluyen estar embarazada, el uso de terapia hormonal o la menstruación.
Una lesión grave en el tejido mamario o en los nervios cercanos puede crear un bulto en la mama. Una acumulación de líquido infectado en el tejido mamario también puede causar un bulto en la mama que, a menudo, se asocia con un dolor localizado e inflamación de la piel.
Un bulto en la mama que no duele, es duro, tiene forma irregular y es diferente al tejido mamario que lo rodea, podría ser una señal de alerta. La piel que cubre el bulto puede verse roja, con hoyuelos o depresiones. El tamaño y la forma de la mama pueden cambiar o podés notar secreción del pezón.
Si tenés un dolor intenso, enrojecimiento o hinchazón es fundamental que acudas al médico en el plazo de uno o dos días. También debés acudir al médico si es un dolor mamario más leve pero persistente en el tiempo que no tiene relación con tu ciclo menstrual o con cambios hormonales.
Si bien es importante que ante el dolor en las mamas hagas una visita con tu médico, autoexaminarse el tejido mamario te puede ayudar a conocerte más y estar atenta a las anomalías que puedan presentarse.
Empezá por acostarte boca arriba:
Luego, frente a un espejo con los brazos a los costados:
Estar atenta y examinarte contribuirá a mejorar la detección de cambios en las mamas. Si tenés alguna duda, consultá con un especialista.