Etapas de la Cirrosis: Conocé Más de esta Enfermedad Crónica

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica que transforma y debilita progresivamente al hígado, uno de los órganos vitales del cuerpo. A medida que avanza, puede generar complicaciones graves que afectan la calidad de vida. 

Descubrí qué provoca la Cirrosis, cómo es su inicio y qué tan rápido puede avanzar. Conocé cuáles son los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles para esta enfermedad crónica y aprendé sobre las etapas de la cirrosis para estar mejor preparado y cuidar tu salud hepática. ¡Ingresá a Diagnóstico Rojas para estar informado sobre el tema!

¿Qué es la cirrosis y que la provoca?

La cirrosis es una enfermedad crónica que afecta al hígado, el órgano encargado de filtrar toxinas, producir proteínas esenciales y ayudar en la digestión. 

Además, esta afección se desarrolla cuando el tejido hepático sano se reemplaza por tejido cicatricial, lo que impide el funcionamiento normal del hígado. 

¿Cómo es el comienzo de la cirrosis?

El inicio de la cirrosis suele ser silencioso, con pocos o ningún síntoma. Muchas personas no se dan cuenta de que tienen la enfermedad hasta que está en una etapa avanzada. 

Al principio, el hígado intenta repararse a sí mismo, pero con el tiempo, el daño se acumula y el tejido cicatricial reemplaza al tejido sano. Esto impide que el hígado funcione correctamente y causa una serie de problemas de salud.

Cirrosis: ¿Por qué se produce?

La cirrosis se produce cuando el hígado sufre daños repetidos y continuos. Las causas más comunes incluyen:

  • El abuso crónico de alcohol.
  • Las infecciones virales crónicas de Hepatitis B y C.
  • El hígado graso, que puede estar relacionado con la obesidad y la diabetes.
  • Puede ser consecuencia de enfermedades autoinmunes, trastornos genéticos, y ciertas infecciones y medicamentos.

Etapas de la cirrosis

Las etapas de la cirrosis se desarrollan de la siguiente manera:

  • Compensada: En esta etapa temprana, el hígado está dañado, pero aún puede realizar sus funciones. Los síntomas pueden ser mínimos o inexistentes.
  • Descompensada: A medida que la enfermedad avanza, el hígado pierde su capacidad de funcionar adecuadamente. Los síntomas se vuelven más graves y pueden incluir ictericia, ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), y encefalopatía hepática (confusión y cambios en el estado mental).
  • Etapa avanzada: Las complicaciones pueden ser severas y potencialmente mortales. La única opción de tratamiento en esta fase puede ser un trasplante de hígado.
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¿Qué tan rápido avanza la cirrosis?

La velocidad a la que avanza la cirrosis puede variar dependiendo de la causa y del cuidado que reciba el paciente. En algunos casos, el progreso puede ser lento y tomar años, mientras que, en otros, especialmente si la causa no se controla, puede avanzar rápidamente.

Cirrosis: Síntomas y tratamiento

En las etapas iniciales, los síntomas de la cirrosis pueden ser leves o inexistentes. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden incluir:

  • Fatiga y debilidad
  • Pérdida de apetito y peso
  • Náuseas
  • Hinchazón en las piernas, pies o abdomen
  • Piel y ojos amarillentos (ictericia)
  • Vasos sanguíneos en forma de araña en la piel
  • Picazón intensa
  • Hematomas y sangrado fácil

Persona con síntomas de la cirrosis

Diagnóstico

El diagnóstico de la cirrosis generalmente implica una combinación de:

  • Análisis de sangre para evaluar la función hepática.
  • Estudios de imagen como Ecografías, Tomografías Computarizadas o Resonancias magnéticas para observar el hígado.
  • Biopsia hepática para confirmar la presencia de tejido cicatricial.

¿Cómo se trata la cirrosis?

El tratamiento de la cirrosis se enfoca en detener o retrasar el daño hepático, prevenir y tratar los síntomas y complicaciones, y manejar las causas. Esto puede incluir:

  • Abstinencia de alcohol si es la causa principal.
  • Medicamentos antivirales para tratar hepatitis B o C.
  • Cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y ejercicio regular.
  • Medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
  • En casos graves, un trasplante de hígado puede ser necesario.

Si sospechás que podés tener problemas hepáticos, es importante consultar a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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