La cirrosis hepática es una enfermedad crónica que transforma y debilita progresivamente al hígado, uno de los órganos vitales del cuerpo. A medida que avanza, puede generar complicaciones graves que afectan la calidad de vida.
Descubrí qué provoca la Cirrosis, cómo es su inicio y qué tan rápido puede avanzar. Conocé cuáles son los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles para esta enfermedad crónica y aprendé sobre las etapas de la cirrosis para estar mejor preparado y cuidar tu salud hepática. ¡Ingresá a Diagnóstico Rojas para estar informado sobre el tema!
La cirrosis es una enfermedad crónica que afecta al hígado, el órgano encargado de filtrar toxinas, producir proteínas esenciales y ayudar en la digestión.
Además, esta afección se desarrolla cuando el tejido hepático sano se reemplaza por tejido cicatricial, lo que impide el funcionamiento normal del hígado.
El inicio de la cirrosis suele ser silencioso, con pocos o ningún síntoma. Muchas personas no se dan cuenta de que tienen la enfermedad hasta que está en una etapa avanzada.
Al principio, el hígado intenta repararse a sí mismo, pero con el tiempo, el daño se acumula y el tejido cicatricial reemplaza al tejido sano. Esto impide que el hígado funcione correctamente y causa una serie de problemas de salud.
La cirrosis se produce cuando el hígado sufre daños repetidos y continuos. Las causas más comunes incluyen:
Las etapas de la cirrosis se desarrollan de la siguiente manera:
La velocidad a la que avanza la cirrosis puede variar dependiendo de la causa y del cuidado que reciba el paciente. En algunos casos, el progreso puede ser lento y tomar años, mientras que, en otros, especialmente si la causa no se controla, puede avanzar rápidamente.
En las etapas iniciales, los síntomas de la cirrosis pueden ser leves o inexistentes. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden incluir:
El diagnóstico de la cirrosis generalmente implica una combinación de:
El tratamiento de la cirrosis se enfoca en detener o retrasar el daño hepático, prevenir y tratar los síntomas y complicaciones, y manejar las causas. Esto puede incluir:
Si sospechás que podés tener problemas hepáticos, es importante consultar a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Te resultó interesante esta información sobre la cirrosis? ¡Compartila en tus redes sociales!