La glándula tiroidea genera hormonas para regular múltiples funciones del organismo. Está ubicada en la región anterior del cuello, a milímetros por debajo de la nuez de Adán, y se dispone por delante de la laringe e inicio de la tráquea.
Cada lóbulo de la tiroides está unido por una estructura glandular llamada “istmo” y cada uno se dispone a la derecha e izquierda de la laringe y tráquea. La glándula tiroidea está constituida por un tejido de configuración folicular, estos folículos son pequeñas cavidades llenas de líquido y recubiertas por células foliculares encargadas de la producción hormonal. Para descartar enfermedades en la tiroides, siempre es recomendable pedir un turno para una punción en la zona.
Una de las funciones de la glándula tiroides es segregar internamente hormonas: la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), las cuales intervienen en el desarrollo del sistema nervioso central y regulan el metabolismo corporal de la actividad energética. Además controlan la frecuencia cardíaca, el nivel del colesterol y mantiene la temperatura corporal.
Adicionalmente la tiroides tiene relación funcional con otras glándulas endócrinas, la principal es la glándula pituitaria ubicada en el cerebro. El déficit o exceso de hormonas tiroideas producen enfermedades, perfectamente tratables.
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Los trastornos tiroideos se estudian con ecografía y ultrasonidos, pruebas funcionales: captación de iodo radiactivo, gammagrafía de tiroideas y estudios de laboratorio.