Para lograr entender este artículo, comenzamos explicando que los miomas uterinos son masas anormales de tejido muscular liso. Se localizan en la pared interna del útero y, ocasionalmente, pueden aparecer en el cuello uterino. Según su ubicación, se dividen en tres categorías: subserosos, intramurales y submucosos.
Afortunadamente, la mayoría de los miomas son benignos. Además, son muy frecuentes, más de la mitad de la población femenina tuvo uno en algún momento de su vida, por eso es fundamental disponer de una información completa.
Que un mioma sea subseroso significa que se forma debajo de la capa más externa del útero y crece hacia el exterior del mismo. Es importante tener en cuenta que los miomas subserosos pueden derivar en otro tipo de mioma denominado mioma pediculado. Ya que al desprenderse del útero puede quedar solo unido a él por una fina porción del tejido, y estos pueden tener 3 tipos de síntomas.
En comparación con otros tipos de miomas, el mioma subseroso no suele presentar síntomas. Sin embargo, cuando aparecen suelen ser muy variados dependiendo del tamaño y la dirección de crecimiento. Algunos pueden ser:
Este síntoma no suele causar problemas graves en el día a día de la mujer, aunque en ocasiones puede presentar picos de dolor bastante altos y leves molestias durante la menstruación.
Debido al crecimiento hacia el exterior del útero llevado a cabo por los miomas subserosos, su aumento de tamaño causa una compresión en los órganos de la cavidad pélvica que rodean al útero (intestinos, vejiga, etc) impidiéndoles realizar sus funciones con normalidad. Por eso, la paciente puede llegar a la consulta por un aumento de las veces que orina o estreñimiento.
En la mayoría de los casos, no. Solo el 1 por ciento de los miomas pueden ser malignos y no identificarlos. Por eso, es importante que ante cualquier síntoma o sospecha acudas a tu médico para que lo revise y te indique el tratamiento más adecuado.
Los miomas subserosos no suelen interferir en la fertilidad de la mujer.
Es recomendable que realices chequeos anuales para tener un diagnóstico temprano. Si tenés alguna duda, consultá con un especialista.