Toda mujer esta expuesta a sufrir un cáncer de mama por lo que la única forma de estar bien es asegurándose el control anual.
En la mujer joven entre 20 y 35 años, se indica un autoexamen mensual y por el médico cada vez que concurre a un control; debe consultar de inmediato al notar alguna anormalidad en sus mamas, y que hay que tener en cuenta que el 90% de los cánceres de mamas son diagnosticados por las propias pacientes.
Entre las mujeres de 35 a 40 años debe realizarse por lo menos un estudio de mamografía anual para conocer el estado de sus mamas.
Inspección de la mama: cambio de color o del tamaño, aparición de deformidades en las mamas, en el pezón o en la areola (secreción por el pezón).
Se recomienda a partir de los 30 años hacerse una mamografía; es le método ideal para realizar el diagnóstico precoz del cáncer de mama con todos los beneficios que ella trae. Solo exige entre 15 y 20 minutos para su realización. El especialista determina la necesidad o no de realizar otras mamografías más específicas: focalizadas o ampliadas que son tan inocuas como las anteriores.
El buen uso de la mamografía y realizada con aparatos de última tecnología ha permitido disminuir más de un 50% la tasa de mortalidad por cáncer de mama (o bien poner la prevención precoz del cáncer de mamas).
Hay que tener en cuenta que el cáncer del seno es uno de los cánceres más comunes. La detección temprana mejora las posibilidades de cura y supervivencia.
Los auto-exámenes regulares y las mamografías son muy importantes.
Las opciones de tratamiento, incluyendo las cirugías están disponibles hoy día.
La perspectiva actual del futuro para la mujer con cáncer del seno está mejor que nunca.