El cáncer lobulillar se divide en dos clases: el carcinoma lobulillar in situ y el invasivo. Por el tipo de crecimiento de este tumor, suele ser difícil detectarlo en las etapas tempranas.
El cáncer lobulillar es un tipo de cáncer de mama que se origina en los lobulillos (las divisiones más pequeñas) de la glándula mamaria. El término médico es carcinoma lobulillar, y se clasifica como carcinoma lobulillar in situ (CLIS) o carcinoma lobulillar invasivo (CLI), si las células anormales se han extendido tejidos más profundos o fuera de la glándula mamaria.
El carcinoma lobulillar in situ no es un cáncer y si bien su presencia indica mayor riesgo de aparición de cáncer de mama, no todas las mujeres con un CLIS desarrollan el tumor maligno. El CLIS se caracteriza por la proliferación de células con cambios neoplásicos, pero no malignos, que ocupan la poción distal, más pequeña de una porción de la glándula mamaria. Se denomina in situ (“en el lugar”) porque la enfermedad no es infiltrante.
El CLIS es más frecuente en las mujeres premenopáusicas y suele descubrirse al azar; debido a que no aparece en la mamografía, puede descubrirse cuando se analiza una biopsia de alguna lesión de la mama.
El carcinoma lobulillar invasivo, también conocido como infiltrante, ocurre cuando las células cancerosas se extienden desde los lobulillos hacia el tejido normal que los rodea o fuera de la mama. El CLI puede diseminarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre o los vasos linfáticos. En algunos casos, el CLI se encuentra en más de una zona en la misma mama o en ambos senos, es decir, que puede ser bilateral.
El CLI representa aproximadamente el 5 % a 10 % de todos los cánceres de mama. Se diagnostica con más frecuencia en la perimenopausia (45 a 55 años), pero puede presentarse fuera de esta etapa.
Se han estudiado los factores de riesgo para este tipo de tumor y se ha sugerido que la exposición más prolongada a las hormonas sexuales femeninas podría asociarse con aumento del riesgo.
En las etapas iniciales, el carcinoma lobulillar invasivo puede no detectarse en los estudios por imágenes y no siempre se detecta como una masa palpable. Por estas razones, el CLI generalmente se diagnostica en un estadio clínico más avanzado.
Por el tipo de crecimiento que tienen las células de este tumor, que forma hileras o puede rodear los ductos (conductos galactóforos), la lesión puede quedar enmascarada por el tejido normal de la glándula mamaria y puede ser muy difícil de detectar en la mamografía. La ecografía mamaria no suele aportar mucha información y en estos casos, la resonancia magnética puede ser más precisa para identificar el tejido anormal.
Para establecer el diagnóstico se requiere una biopsia con aguja fina o con aguja gruesa. La biopsia con aguja gruesa suele permitir obtener más células para que el diagnóstico sea correcto. Puede conocer más sobre esta técnica en la nota ¿QUÉ ES LA BIOSPIA DE MAMA Y CUÁNTOS TIPOS DE PUNCIÓN MAMARIA HAY?
El tratamiento es quirúrgico (cirugía). El médico a cargo decidirá en cada caso individual la mejor alternativa y si está indicado realizar otra terapia o no, como radioterapia.