La amenorrea hipotalámica funcional es un problema de salud femenino muy frecuente, al cual debería darse más difusión. Afecta a mujeres en la etapa reproductiva de la vida y no solo puede ser causa de infertilidad, sino también de otros trastornos, si no se modifican los factores que originan la amenorrea.
El hipotálamo es una glándula pequeña ubicada en el cerebro, encargada de producir la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH, por sus siglas en inglés). Esta hormona estimula la liberación de otras que son indispensables para el ciclo menstrual normal: la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH).
La hormona FSH promueve la maduración del folículo y la ovulación, mientras que la hormona LH actúa después de la ovulación. Ambas regulan la producción de estrógenos por los ovarios. Los estrógenos engrosan el endometrio uterino, en preparación para la anidación si el óvulo es fecundado; si no hay embarazo, se produce el sangrado menstrual.
La amenorrea hipotalámica funcional (AHF) es un trastorno del funcionamiento del hipotálamo, que se caracteriza por la pérdida de la producción normal de hormona GnRH. Esto a su vez, reduce los niveles de las hormonas FSH, LH y estrógenos; como consecuencia, se interrumpen los ciclos regulares de ovulación y menstruación, con infertilidad cuando se desea un embarazo. Además, la deficiencia de estrógenos tiene profundos efectos en el sistema cardiovascular y óseo, aunque la mujer sea joven.
La AHF se presenta en plena etapa reproductiva de la vida, habitualmente en adolescentes o jóvenes sin ninguna enfermedad aparente y que llevan un estilo de vida muy saludable, que suelen verse activas y atléticas. Entonces, ¿cuál es la causa?
En términos simples, la AHF se debe a que el hipotálamo no tiene un balance energético suficiente para funcionar normalmente.
Los motivos, que suelen están combinados, pueden ser:
La AHF se describe típicamente en atletas o bailarinas de alto rendimiento, pero en realidad, es muy frecuente en cualquier ámbito: basta con sumar estrés crónico, ejercicio intenso y alimentación inadecuada, para que luego de un tiempo, se puedan generar alteraciones en la ovulación. Afortunadamente, esta amenorrea es reversible, cuando se logran modificar los factores que causaron la sobreexigencia al organismo.
La AHF se define por la ausencia de ciclo menstrual (amenorrea) durante al menos 3 meses seguidos, con niveles plasmáticos disminuidos de estrógenos, FSH y LH.
Se trata de un diagnóstico de exclusión. Es decir, que deben descartarse otras patologías que pueden causar amenorrea o infertilidad y tienen un manejo específico. Por ejemplo: síndrome de ovario poliquístico, disfunción tiroidea, insuficiencia ovárica precoz u otras causas.
La evaluación puede incluir:
En las mujeres con deficiencia de estrógenos, se reduce la formación de hueso y, al mismo tiempo, aumenta la resorción ósea, con riesgo de osteopenia y osteoporosis a edad temprana. Ello se traduce en la disminución de la densidad mineral ósea (DMO), que se cuantifica en la densitometría ósea. Además, es frecuente encontrar niveles altos de cortisol, la hormona del estrés, que también aumenta la pérdida de DMO.
Los estrógenos tienen un papel protector y su deficiencia se ha asociado con enfermedad cardiovascular y aterosclerosis tempranas.
El principal objetivo es restablecer el funcionamiento hormonal normal, y prevenir los efectos de la deficiencia estrogénica.
En primera instancia, es necesario comprender que se debe reducir el estrés al que está siendo sometido el organismo. Para ello, será indispensable reducir el nivel de actividad física, adecuar la alimentación para que sea realmente saludable, y descansar.
Se requiere tiempo y una mirada muy comprensiva. Es aconsejable el apoyo de un especialista en nutrición que contemple los diferentes tipos de alimentación (por ejemplo, vegetariana) y el apoyo psicológico.