La dispareunia es un trastorno sexual que afecta a muchas mujeres en diferentes etapas de su vida.
Se caracteriza principalmente por el dolor persistente o recurrente durante las relaciones sexuales, este problema puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y la salud emocional de las mujeres.
Es importante destacar que estas causas no son excluyentes y que la dispareunia puede ser resultado de una combinación de factores físicos y emocionales.
El diagnóstico de la dispareunia comienza con una evaluación médica exhaustiva.
El médico recopilará información sobre los síntomas, los antecedentes médicos y sexuales, y realizará un examen físico.
En muchos casos, la ecografía ginecológica se convierte en una herramienta invaluable para detectar anomalías en los órganos reproductores y descartar cualquier condición subyacente.
La ecografía es un procedimiento de alta frecuencia para crear imágenes detalladas de los órganos pélvicos.
Permite al médico visualizar el útero, los ovarios, los trompas de Falopio y la vagina, lo que ayuda a identificar cualquier anormalidad estructural o enfermedad en estos órganos.
Además, la ecografía puede evaluar el grosor del revestimiento uterino y la presencia de quistes, tumores o fibromas que puedan contribuir al dolor durante las relaciones sexuales.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico de dispareunia y se han identificado las posibles causas, el tratamiento puede variar según la causa subyacente.
Si la dispareunia es de origen físico, se pueden prescribir medicamentos para tratar infecciones, aliviar la sequedad vaginal o controlar condiciones como la endometriosis.
Además, se pueden recomendar medidas no farmacológicas para aliviar el dolor
En los casos en que la dispareunia tenga un componente psicológico, se puede recomendar terapia sexual o terapia psicológica para abordar los factores emocionales que contribuyen al dolor.
No olvides realizar tu chequeo anual y consultar ante cualquier síntoma.