La osteomalacia es una enfermedad ósea metabólica que causa debilidad y dolor muscular debido a la deficiencia de vitamina D o calcio.
Se puede diagnosticar mediante pruebas de sangre y análisis de orina, pero también mediante técnicas de diagnóstico por imágenes como radiografías y densitometría ósea.
Estas técnicas permiten evaluar la densidad y calidad ósea para determinar la presencia y gravedad de la enfermedad.
La causa principal de esta enfermedad es la deficiencia de vitamina D y calcio, que son esenciales para el crecimiento y mantenimiento de los huesos.
La osteomalacia es una afección que debilita los huesos y los hace más propensos a las fracturas.
En esta enfermedad, los huesos no tienen la cantidad adecuada de minerales, especialmente calcio y fósforo, que son necesarios para que se mantengan fuertes y saludables.
A menudo se confunde con la osteoporosis, pero la principal diferencia es que en la osteoporosis los huesos se vuelven porosos, mientras que en la osteomalacia los huesos se vuelven blandos.
La osteomalacia es causada principalmente por una deficiencia de vitamina D y calcio en el cuerpo. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento y mantenimiento de los huesos.
La deficiencia de vitamina D puede ser causada:
La deficiencia de calcio puede estar relacionada con una dieta inadecuada o problemas de absorción intestinal.
Otros factores de riesgo incluyen la edad avanzada y ciertas enfermedades, como la enfermedad celíaca y la enfermedad inflamatoria intestinal.
El diagnóstico de la osteomalacia se basa en síntomas como dolor en los huesos y debilidad muscular, así como en pruebas de sangre que miden los niveles de calcio, fósforo y vitamina D.
La densitometría ósea es una técnica de diagnóstico por imágenes que puede diagnosticar la osteomalacia evaluando la densidad mineral ósea y la calidad ósea.
En la osteomalacia, la densidad mineral ósea se encuentra disminuida, lo que indica una deficiencia en la mineralización ósea. Además, la calidad ósea puede verse afectada, lo que puede indicar la presencia de la enfermedad.
El tratamiento de la osteomalacia se enfoca en corregir la deficiencia de vitamina D y calcio en el cuerpo.
Esto puede implicar suplementos orales, cambios en la dieta, exposición al sol y, en algunos casos, terapia de luz ultravioleta.
En casos más severos, puede ser necesario administrar inyecciones de vitamina D.
Además, se puede recomendar fisioterapia para mejorar la fuerza muscular y la flexibilidad.
La prevención de la osteomalacia implica
Las personas mayores y aquellas que tienen enfermedades que afectan la absorción de nutrientes, como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden requerir más atención y seguimiento.
No olvides realizar tus chequeos anuales y estar atento a cualquier síntoma. Ante la duda consulta con tu médico.