La principal función del sistema linfático es de tipo inmunitario o defensivo contra infecciones provocadas por gérmenes , en cualquier parte del cuerpo.
Los ganglios linfáticos se conectan entre sí por sus vías o vasos linfáticos, por donde circula la linfa, ayuda a drenar el líquido intersticial de los tejidos del cuerpo human y transporta los ácidos grasos y grasas al torrente sanguíneo del organismo, distribuyendo células inmunitarias ante una invasión bacteriana externa que provoca infecciones
El sistema linfático juega un papel sumamente importe en el cáncer, por ser la vía defensiva inmunitaria y/o transportadora de células cancerosas.
Cuando un cáncer se expande vuelca células cancerosas al sistema o vías linfáticas de la región. Por ejemplo, un cáncer de mama ubicado en la mama en el cuadrante superior externo envía células a los ganglios de la axila.
Estos reaccionan, se inflaman y originan la adenopatía axilar o bulto, que el médico clínico o mastólogo palpa en la axila. Sin duda alguna cuando traspasa el ganglio axilar esa célula cancerosa se vuelca al torrente sanguíneo.
Este mecanismo es llamado metástasis, y provoca la siembra de células cancerosas a distancia, donde se desarrolla el llamado cáncer metastásico. Los órganos donde frecuentemente se realizan las metástasis del cáncer de mama son: pulmón, hígado, cerebro y huesos.
La presencia de adenopatía en un cáncer de mama es un identificador de la ruptura del equilibro local y regional que todo cáncer de mama tiene. La presencia de una adenopatía regional junto al tamaño del cáncer en el momento del diagnóstico, es un indicador pronóstico importante, porque permite la extensión de la enfermedad.