Las calcificaciones mamarias son depósitos de calcio en los tejidos de la mama, visibles en la mamografía como pequeños puntos blancos. Se denominan microcalcificaciones cuando miden menos de 1 milímetro; suelen medir 0,5 milímetros o menos. Las microcalcificaciones no son palpables en la mama y no causan síntomas.
Son muy frecuentes y, en general, se descubren por primera vez en una mamografía de control en mujeres asintomáticas. No se ven en la ecografía ni en la resonancia magnética mamarias. La mamografía tiene un valor indiscutido en la detección temprana del cáncer de mama, y una de sus ventajas es la posibilidad de identificar y evaluar las calcificaciones.
La mayor parte de las calcificaciones son benignas, aunque algunas pueden ser un indicio o una “señal” de una posible lesión de alto riesgo o cáncer en el sitio donde se las observa.
En la amplia mayoría de los casos corresponden a procesos benignos, relacionados con los cambios en los tejidos mamarios en los distintos períodos a lo largo de la vida, como en el envejecimiento del tejido glandular, las calcificaciones de secreción láctea, calcificaciones vasculares (en la pared de los vasos sanguíneos).
También es frecuente que se asocien con diferentes condiciones: formación de quistes, fibroadenomas benignos antiguos calcificados, cirugía mamaria, cicatrices o traumatismo antiguo, radioterapia, infecciones (mastitis), etc. Otras veces, pueden indicar la posibilidad de un cáncer de mama.
De interés, recuerde que es importante no colocarse desodorante ni talco en las axilas y la zona de las mamas cuando concurre al turno para la mamografía. Estos productos cosméticos pueden generar puntos en las imágenes, que pueden ser semejantes a las microcalcificaciones y crear confusión.
Para determinar si las microcalcificaciones son benignas o sospechosas de malignidad, se evalúan sus características en las imágenes de la mamografía. Se toman en cuenta:
En base a las características mencionadas más arriba y al grado de sospecha con el cual se asocian, las microcalcificaciones se clasifican según el sistema BI-RADS, que en inglés significa: Breast Imaging Reporting and Data System (Sistema de reporte y base de datos de imágenes mamarias). Esta clasificación es parte del informe de la mamografía. Para conocer detalles de la clasificación BI-RADS para las microcalcificaciones, puede consultar la nota [link = https://www.diagnosticorojas.com.ar/blog/salud-femenina/microcalcificaciones-y-birads/https://www.diagnosticorojas.com.ar/blog/salud-femenina/microcalcificaciones-y-birads/MICROCALCIFICACIONES Y BIRADS]
La calidad de las imágenes mamográficas y la experiencia del especialista en imágenes son dos factores fundamentales para la evaluación apropiada de las calcificaciones. En tal sentido, la mamografía digital ofrece mejor discriminación de los diferentes tejidos mamarios y ayuda a distinguir las calcificaciones. En especial, la tomosíntesis 3D permite evaluar múltiples imágenes de cada mama, separando los diferentes planos, y resulta muy útil cuando las mamas son densas.
A veces, para visualizar mejor las calcificaciones, puede ser necesario realizar tomas mamográficas adicionales, como la compresión o la mamografía magnificada; también puede solicitarse otro estudio por imágenes, para completar la información.
Según su apariencia en la mamografía, los antecedentes personales y familiares, el médico puede solicitar un control más frecuente, por ejemplo con mamografía cada 6 meses, para evaluar si se han producido cambios o si la imagen persiste igual. Si las calcificaciones son sospechosas, puede indicar una punción-biopsia para determinar si las células son cancerosas.
El diagnóstico precoz es fundamental para detectar el cáncer de mama en las etapas iniciales, cuando el tratamiento puede ser más exitoso.