Los síndromes de malabsorción son trastornos digestivos que impiden que el cuerpo absorba los nutrientes necesarios para una buena salud. Estos trastornos interfieren con la absorción de lípidos, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales en el intestino delgado.
Algunos de los síndromes de malabsorción más comunes son el síndrome de malabsorción de lactosa, el síndrome de malabsorción de gluten y el síndrome de deficiencia de ácido biliar.
El diagnóstico del síndrome de malabsorción se realiza por un médico que luego de escuchar cuáles son los síntomas que presentás, te realizará una exploración física para evaluar las zonas del dolor.
Luego, seguramente te recomendará realizar una ecografía de abdomen, análisis de sangre y/o de heces.
Para la ecografía abdominal solo es necesario concurrir con un ayuno de, al menos, 8 horas. Se trata de un estudio simple que cuando termines de realizarlo podrás continuar con tu día normalmente, no es para nada invasivo.
Consumí una alimentación saludable y equilibrada: come alimentos ricos en fibra, frutas, verduras, lácteos, carnes y pescados. Suma también alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y azúcar.
Consumí alimentos ricos en probióticos: los probióticos son microorganismos beneficiosos que ayudan a mejorar la salud del sistema digestivo y pueden prevenir los síndromes de malabsorción.
Tomá mucha agua: el agua es necesaria para mantener la hidratación y ayudar a prevenir los síndromes de malabsorción.
Hace ejercicio regularmente: el ejercicio ayuda a estimular el sistema digestivo y puede ayudar a prevenir los síndromes de malabsorción.
Buscá tratamiento temprano: si sospechas que podrías tener una síndrome de malabsorción, busca tratamiento temprano para prevenir complicaciones graves.
Ante cualquier duda o síntoma consultá con tu médico.