La sensibilidad dental puede hacer que actividades simples como tomar un helado o beber café se conviertan en una molestia. Conocé la causa, cómo identificarla y las mejores formas de tratarla.
Sentir un dolor repentino y agudo en los dientes no es algo que deba ignorarse. La sensibilidad dental, que afecta a personas de todas las edades, suele ser el resultado de esmalte desgastado o encías retraídas. Aunque puede parecer un problema menor, no tratarla a tiempo puede empeorar la incomodidad. ¡Conocé nuestros estudios en Diagnóstico Rojas!
La sensibilidad dental es una molestia común que afecta a muchas personas, especialmente al consumir alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidas. Si alguna vez sentiste un dolor agudo al morder un helado o al tomar un café, seguramente sabés de qué se trata. Pero, ¿a qué se debe la sensibilidad dental y cómo podés tratarla? Acá te lo explicamos.
La sensibilidad dental ocurre cuando las capas internas del diente, como la dentina, quedan expuestas. Esto sucede debido al desgaste del esmalte o a la retracción de las encías, lo que deja los túbulos dentinarios más sensibles a estímulos externos. Este problema no solo afecta la calidad de vida, sino que también puede indicar un problema de fondo en tu salud bucal.
Entre las principales causas de la sensibilidad dental, encontramos las siguientes:
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Es fácil confundir la sensibilidad con otros problemas, como las caries. Para distinguirlas, prestá atención a estos puntos:
Si el dolor persiste o empeora, consultá a tu dentista para obtener un diagnóstico adecuado.
Si sufrís de sensibilidad dental, no te preocupes, hay varias formas de tratarla:
La duración de la sensibilidad dental varía según su causa. Si se debe a un procedimiento como el blanqueamiento dental, la molestia suele desaparecer en unos días. Sin embargo, si la sensibilidad es causada por desgaste del esmalte o problemas en las encías, puede ser crónica y requerir tratamiento constante.
La higiene bucal juega un papel clave en la prevención de los dientes sensibles. Cepillarte dos veces al día, usar hilo dental y acudir a controles regulares con tu dentista son hábitos esenciales. Además, una dieta equilibrada puede ayudar a fortalecer el esmalte y proteger tus dientes.
Con estas recomendaciones, podés disfrutar de una sonrisa más saludable y libre de molestias.
Si aún te preguntás qué hacer si tengo sensibilidad en los dientes, recordá que lo más importante es actuar rápido y consultar a un especialista. ¡Cuidá tus dientes, cuidá tu bienestar!
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