Clasificación del cáncer de mama: tipos más frecuentes
En los últimos años, se han realizado grandes progresos en la comprensión del cáncer de mama, que representa una enfermedad heterogénea. Por lo tanto, a la clasificación tradicional anatomopatológica de los tumores, se agregan datos biológicos, genéticos y moleculares.
El cáncer de mama es una enfermedad frecuente, que representa aún una de las causas de muerte más importantes por algún cáncer. Los avances en la prevención y el diagnóstico, como la mamografía periódica de pesquisa, han permitido que muchos casos se diagnostiquen temprano y tengan las mejores oportunidades de curación.
Ante la sospecha de cáncer de mama, el médico habitualmente solicita una punción-biopsia de mama con aguja fina o aguja gruesa, o una biopsia quirúrgica. Con estos procedimientos, se extrae una muestra de tejido mamario. Dicha muestra se envía a laboratorios especializados para determinar, en primer lugar, si efectivamente se trata de cáncer u otra enfermedad (confirmación del diagnóstico) y luego, para clasificar el tipo de cáncer.
En Diagnóstico Rojas se dispone del equipamiento más avanzado y capacitados profesionales para realizar la punción-biopsia de mama, incluyendo la punción guiada mediante mamografía o tomosíntesis 3D.
Los resultados de los estudios y análisis que se realizan en el tejido de la biopsia mamaria y en sangre, junto con otros estudios por imágenes, permiten realizar un pronóstico, definir el tratamiento más conveniente para cada persona, y monitorear los resultados de la terapia. En el pasado, era suficiente confirmar que el diagnóstico era cáncer de mama y todas las pacientes recibían el mismo tratamiento, generalmente quirúrgico. Con el tiempo, se reconocieron diferentes variantes morfológicas de la enfermedad, lo que dio lugar a nuevas clasificaciones, cada vez más específicas.
En la actualidad, se reconoce que el cáncer de mama es una enfermedad heterogénea, con diferencias que se traducen en la presentación clínica, así como en la expresión de los llamados “biomarcadores”, marcadores que permiten anticipar la probabilidad de responder o no a ciertos tratamientos. Los biomarcadores más conocidos son los receptores para estrógenos (ER, en inglés), los receptores para progesterona (PR, en inglés) y el receptor 2 para el factor de crecimiento epidérmico humano (HER2, en inglés). Por último, las técnicas moleculares han permitido explorar los perfiles de expresión de genes y otros componentes moleculares.
Las terapias dirigidas y los programas de tratamiento individualizados son ahora posibles cuando se combina la información tradicional de la anatomía patológica, con los análisis de los biomarcadores y, en ocasiones, de los perfiles moleculares.
Existen múltiples clasificaciones del cáncer de mama. En esta nota se mencionarán solamente algunas formas de clasificación y los tipos más frecuentes de cáncer de mama.
Anatomía patológica
El especialista en anatomía patológica es quien establece el diagnóstico de cáncer de mama cuando observa células malignas bajo el microscopio, en la muestra de la biopsia mamaria. Luego, analiza los siguientes aspectos.
- Tamaño tumoral: cuánto mide el tumor.
- Tipo histológico: depende de las células de las que se origine el tumor.
- El carcinoma ductal es el tipo más frecuente (80%) y deriva del revestimiento de los conductos que transportan leche materna desde los lóbulos hasta el pezón.
- El carcinoma lobulillar es el siguiente en frecuencia, y deriva de las células del lóbulo de la glándula mamaria, donde se produce la leche materna.
- Según el aspecto en el microscopio, se distinguen subtipos de cáncer de mama; por ejemplo: tubular, mucinoso, medular y papilar.
- El tumor puede considerarse invasivo o no invasivo. Cuando no se ha extendido más allá del tejido que le dio origen, se considera no invasivo o in situ (“en el lugar”), por ejemplo: carcinoma ductal in situ o carcinoma lobulillar in situ.
- Grado histológico: informa el grado de maduración (diferenciación) de las células malignas. Las que son más diferenciadas (Grado I) son más maduras y menos agresivas, mientras que las menos diferenciadas (Grado III), son más agresivas.
- Afectación ganglionar: se analiza el número de ganglios linfáticos que muestran la presencia de células malignas. Este factor es uno de los más importantes para determinar el pronóstico y el riesgo de recaída de la enfermedad. Los ganglios de la axila del mismo lado del tumor son los primeros en verse comprometidos.
- Receptores hormonales: se analiza la presencia o ausencia de receptores para estrógenos y/o progesterona, es decir ER y PR. Las mujeres con estos receptores tienen mejor pronóstico, debido a que generalmente responden a la terapia hormonal.
- Receptores HER2: estos receptores están involucrados en el crecimiento de las células, tanto normales como malignas. En aproximadamente el 20% de los cánceres de mama, están presentes en niveles aumentados (“sobreexpresión”); estos tumores suelen ser sensibles al tratamiento con fármacos anti HER2, como trastuzumab.
- Perfiles de expresión de genes y análisis moleculares: cuando es posible, puede cuantificarse la expresión de varios genes en el tumor. Este tipo de información ayuda a predecir el riesgo de recaídas y la utilidad de ciertos tratamientos.
Clasificación molecular del cáncer de mama
La clasificación molecular se utiliza para conocer mejor el riesgo de recaída de la enfermedad. Es un campo que se encuentra en intensa investigación y debe aún correlacionarse más con la clínica.
De acuerdo con la clasificación molecular, hay cuatro tipos de cáncer de mama: luminal A, luminal B, HER2 y basal like. Los tumores luminales poseen receptores hormonales, los tumores HER2 expresan el receptor HER2, y los basal like o “triple negativos” no expresan ni receptores hormonales ni HER2.
Estadificación
De acuerdo con la extensión de la enfermedad en el organismo, se definen estadios, como en los demás tipos de cáncer. Para ello, se utiliza el sistema de clasificación TNM, donde la T es el tamaño del tumor, la N es la diseminación a los ganglios linfáticos y la M representa la presencia de metástasis o extensión a otras partes del cuerpo. Los estadios incluyen 0 a IV, donde 0 es el carcinoma in situ y los estadios I a IV corresponden a tumores desde el más inicial y localizado, al más avanzado o extendido.
Para establecer la estadificación se requieren estudios adicionales, tales como radiografía de tórax, ecografía de abdomen, tomografía computarizada o resonancia magnética, y gammagrafía ósea.
Una vez reunida la información más importante, será el momento de la toma de decisiones sobre el tratamiento, un proceso en el cual es fundamental la participación de cada paciente junto con el equipo médico a cargo.
Diagnóstico Rojas colabora intensamente con los médicos en la prevención del cáncer de mama, así como en el diagnóstico temprano de esta enfermedad, para brindar las mejores oportunidades de curación.
La posibilidad de sobrevivir a un cáncer de mama reside en un diagnóstico temprano y oportuno para su posterior tratamiento.