De acuerdo con el equipamiento y la tecnología utilizados, los tipos de mamografía incluyen la mamografía convencional y la digital. A su vez, la mamografía digital puede ser bidimensional (2D) o tridimensional (tomosíntesis 3D), que representa lo último en adquisición de imágenes mamarias. Desde el punto de vista de la indicación, hay dos tipos de mamografía: de detección y de diagnóstico.
En términos simples, la mamografía es el estudio de las mamas mediante imágenes obtenidas con bajas dosis de rayos X. Los dos tipos principales de mamografía son la convencional y la digital, que difieren fundamentalmente en la forma de almacenar las imágenes: en una placa radiográfica o en un archivo computarizado, respectivamente. A su vez, la mamografía digital puede ser bidimensional (2D) o tridimensional (tomosíntesis 3D), según la reconstrucción computarizada de la mama se realice en dos o tres planos.
Para todos los tipos de mamografía, la técnica es básicamente muy similar: cada mama, por separado, se coloca sobre una bandeja; luego una paleta comprime de manera suave y gradual la mama, y se emite una dosis de radiación segura. La exposición a la radiación es mínima y de hecho, la cantidad de rayos X que utilizan los equipos modernos es muy inferior a la que se empleaba en décadas pasadas. Está demostrado también que la compresión de la mama disminuye la dosis de radiación que se aplica al tejido mamario y mejora la calidad de las imágenes.
En la mamografía convencional, una cámara altamente especializada obtiene las imágenes, que son registradas directamente sobre una placa o película radiográfica, en blanco y negro. Con la mamografía digital, las imágenes son convertidas en señales que se transmiten a una computadora y son almacenadas como un archivo digitalizado. La mamografía digital ofrece varias ventajas:
A diferencia de la mamografía digital 2D, la mamografía digital con tomosíntesis o tomosíntesis 3D captura una serie de imágenes en diferentes ángulos, lo que permite una reconstrucción tridimensional de las mamas con alta resolución. Representa los avances tecnológicos más recientes en mamografía digital.
La tomosíntesis 3D aumenta la detección temprana del cáncer de mama y disminuye la necesidad de regresar al centro de diagnóstico para realizar tomas adicionales cuando una mamografía no ha sido concluyente. El estudio permite diferenciar mejor el tejido glandular mamario normal de posibles anormalidades y facilita la visualización de las microcalcificaciones.
Todas las mujeres que se realizan una mamografía pueden beneficiarse con la tomosíntesis 3D, pero en especial, aquellas con mamas densas, edad menor a 50 años o quienes se encuentran en la perimenopausia o comienzo de la menopausia.
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Desde el punto de vista de la indicación o el motivo del pedido de la mamografía, hay dos tipos de mamografía:
En ocasiones, luego de un estudio ya sea de detección o de diagnóstico, puede solicitarse una mamografía magnificada u otras proyecciones mamográficas, para obtener imágenes más ampliadas y detalladas de alguna zona sospechosa. Esta situación no presupone necesariamente que se trate de algo preocupante porque, en la mayoría de los casos, se trata de hallazgos benignos. En algunos casos, el médico le pedirá que complete la evaluación con una ecografía mamaria, que aporta información complementaria a la mamografía.
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